El suicidio es un problema importante de salud pública con consecuencias sociales, emocionales y económicas de gran alcance. Se calcula que actualmente se producen más de 700 000 suicidios al año en todo el mundo, y sabemos que cada uno de ellos afecta profundamente a muchas más personas.
El Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), que se celebra anualmente el 10 de septiembre, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP ) y avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene el objetivo general de crear conciencia acerca de la prevención del suicidio en todo el mundo.
El suicidio es un problema importante de salud pública con consecuencias sociales, emocionales y económicas de gran alcance. Se calcula que actualmente se producen más de 700 000 suicidios al año en todo el mundo, y sabemos que cada uno de ellos afecta profundamente a muchas más personas.
CREAR ESPERANZA A TRAVÉS DE LA ACCIÓN
«Crear esperanza a través de la acción» es el tema trienal del Día Mundial para la Prevención del Suicidio de 2021-2023. Este tema sirve como una poderosa llamada a la acción y como recordatorio de que hay una alternativa al suicidio y de que a través de nuestras acciones podemos alentar la esperanza y fortalecer la prevención.
Creando esperanza a través de la acción podemos decir a las personas con pensamientos suicidas que hay esperanza y que nos preocupamos por ellos y queremos apoyarlos. El lema también indica que nuestras acciones, sin importar su escala, pueden brindar esperanza a aquellos que lo están pasando mal.
Por último, sirve como recordatorio de que la prevención del suicidio es una prioridad de salud pública y de que se requieren medidas urgentes para reducir las tasas de mortalidad por esta causa. La OMS seguirá trabajando con sus asociados para ayudar a los países a adoptar medidas concretas en este sentido.
El Día Mundial para la Prevención del Suicidio fue establecido en 2003 por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS). La jornada, que se celebra el 10 de septiembre de cada año, tiene como objetivo centrar la atención en el problema, reducir el estigma asociado a él y crear conciencia entre las organizaciones, gobiernos y el público, dando el mensaje singular de que el suicidio puede prevenirse.
OBJETIVOS
El objetivo general de este día es crear conciencia sobre la prevención del suicidio en todo el mundo. Los objetivos incluyen promover la colaboración de las partes interesadas y el auto-empoderamiento para abordar las autolesiones y el suicidio a través de acciones preventivas.
Esto se puede lograr mediante el desarrollo de capacidades de los proveedores de atención médica y otros actores relevantes, difusión de mensajes positivos e informativos dirigidos a la población en general y grupos en riesgo como los jóvenes, y facilitando un debate abierto sobre la salud mental en el hogar, la escuela y el lugar de trabajo, etc. También se anima a las personas que están contemplando el suicidio o se ven afectadas por él a que compartan sus historias y busquen ayuda profesional.
En el 2019, 97,339 personas murieron por suicidio en la Región de las Américas, y se estima que 20 veces ese número puede haber realizado intentos de suicidio.
ESPERANZA A TRAVÉS DE LA ACCIÓN
Los suicidios y los intentos de suicidio tienen un efecto dominó que afecta no solo a las personas, sino también a las familias, las comunidades y las sociedades. Los factores de riesgo asociados al suicidio, como la pérdida laboral o financiera, el trauma o el abuso, los trastornos mentales y por uso de sustancias y las barreras para acceder a la atención médica, se han ampliado aún más con la COVID-19. Un año después del inicio de la pandemia, más de la mitad de las personas encuestadas en Chile, Brasil, Perú y Canadá informaron que su salud mental había empeorado.
Sin embargo, el suicidio se puede prevenir. Las principales medidas de prevención del suicidio basadas en pruebas incluyen restringir el acceso a los medios para el suicidio (por ejemplo, armas de fuego, pesticidas, etc.), políticas de salud mental y reducción del alcohol, y promover la información mediática responsable sobre el suicidio. El estigma social y la falta de conciencia siguen siendo los principales obstáculos para la búsqueda de ayuda para el suicidio, lo que pone de relieve la necesidad de campañas de alfabetización en salud mental y contra el estigma.
Fuente: OMS