La pandemia nos ha hecho implementar cambios sociales que ya teníamos pero se reforzaron, la higiene es elemento clave para una sana convivencia.
La oficina se metió en nuestra casa y por el lado de la vestimenta nos relajamos.
Todo ha sido sudaderas y pants para las juntas, algunos se presentan con la cámara de la computadora apagada para el Zoom; shorts de pijama o pants es la prenda elegida y en la parte de arriba camisa y saco, cuando se requiere la cámara encendida. ¿Les pasó?
La pandemia del coronavirus nos ha hecho implementar cambios sociales que ya teníamos pero se reforzaron, la higiene es elemento clave para una sana convivencia. Antes de la pandemia “no teníamos esa neurosis social de donde poner las manos. Lo que creo que ya cambió es el tema de la limpieza”, dice en entrevista el sociólogo y comunicólogo, Octavio Solís.
El tema de la limpieza se concentra en la forma en la que ya analizamos, por ejemplo, usar los pantalones más de dos veces una vez que ya salimos al exterior e ingresamos a nuestra casa. Regresar a laborar en la oficina, implica tener que conocer el entorno al que nos expondremos y todo es por salud mental y sanidad.
La forma de vestirnos para las oficinas son distintas dependiendo del giro que tenga tu trabajo. Por ejemplo, hay oficinas que tienen que ir extremadamente formales, a ese código de vestimenta se le llama Bussines Formal, hay oficinas que pueden ir formales contemporáneos y ese código lleva el nombre de Bussines Casual y de igual forma hay oficinas menos estrictas en la forma de vestir que tienen que ver con trabajos de comunicación o diseño que visten de manera formal creativa y se llama Smart Casual.
A todos nos llegó una transformación radical de nuestra vida con la forma de convivencia, pero con el retorno que algunos han hecho a las oficinas… ¿Cómo se visten?, ¿La pandemia transformó su vestimenta?
En entrevista para El Economista, Usua Manero, consultora de imagen pública dijo que las oficinas quieren mantener la comodidad de ropa en sus colaboradores por lo tanto “lo natural será regresar a laborar con ropa que no nos limite, se mantendrá la ropa formal pero cómoda. Muchas empresas le pidieron a sus empleados dejar de usar corbata para evitar focos de contagio”.
La corbata, corbatín, mascada o pañoleta, es una prenda decorativa no funcional que pueden usar ambos sexos pero que en su mayoría lo usan los hombres oficinistas que de acuerdo al estudio “La corbata como fomite nosocomial en personal de salud” realizado por el Colegio de Medicina Interna de México, una corbata es reservorio potencial de infecciones ya que rara vez se lava y se ha colonizado por ser portadora de agentes patógenos que contienen, bacterias como: gramnegativas –que causan gonorrea, meningitis, incluso salmonella— y enterococos – que causan infecciones urinarias, endocarditis y meningitis—.
Con este aislamiento y ya para el retorno a las oficinas los códigos de vestir siguen sin tener mayor alteración. En entrevista, Gustavo Padro experto en tendencias, curador, profesor y conferencista, autor del libro Mextilo, nos comentó que: “La pandemia cambió los códigos de vestimenta sí y no. Aquellos que trabajan en agencia creativa no han sentido el cambio, se visten siempre casual, pero despachos de abogados, contadores, etc, siguen y seguirán de traje”.
Hacía dónde vamos
De acuerdo a los expertos entrevistados aun es muy temprano para saber si hay cambio radical en la forma de vestir, sin embargo en la forma de comportarnos ya la hay y todos lo hemos vivido, el saludarnos de beso, el compartir botanas en las oficinas, incluso el compartir un trago de café en los casos de máxima confianza entre compañeros han quedado atrás y estos comportamientos vienen casados con la neurosis de lo que tocamos.
“Aún es muy pronto para saber si la pandemia hizo cambios en la moda, atendiendo a que la moda siempre es la respuesta a una necesidad social y a un contexto. La interacción presencial aún no se restaura en todos sus espacios, no hay un reflejo pero inevitablemente habrá cambios”. Dijo el sociólogo, Octavio Solís.
Para la vestimenta con el retorno a las oficinas bien se sabe que la mayoría no logró adoptar un esquema de Home Office 100%, a esto se le suma la necesidad de los jóvenes trabajadores en tener contacto con sus compañeros para sentirse parte del equipo más allá de la empresa de acuerdo con el estudio “El futuro del Trabajo de LinkedIn”.
El uso de cubrebocas y caretas, sumando a esto el kit de toallas desinfectantes, gel antibacterial y aerosol para limpiar el ambiente son artículos que no pueden faltar ya en nuestra mochila para el trabajo.
Nos hemos ido adaptando y hemos pasado por procesos que se dan inevitablemente, hemos ido respondiendo con base a las necesidades que la pandemia nos ha impuesto. “El tema de la limpieza y pureza y la necesidad de un control social en ciertos lugares, van a depender de cómo se asimile la publicidad y los medios de comunicación y eso se hará hasta que estemos ya en la nueva realidad, porque la nueva normalidad es una añoranza”. dijo Solis.
El mundo está en constante transición, pero para ver realmente el cambio tenemos que haber pasado la pandemia de Covid-19 y así evaluar que hicimos bien y que no, por ahora sabemos que la comodidad no está peleado con lo informal y que la limpieza es nuestro objetivo; hemos sufrido cambios mentales porque las pandemias como lo fueron la influenza, la peste negra, el cólera, la gripe rusa y la viruela, por mencionar algunas, llegan cargadas de miedo e incertidumbre para el ser humano.
En México, de acuerdo con un análisis de SherlockHR, el 60% de las empresas quiere un retorno presencial a sus oficinas mientras que las personas que trabajaron a distancia se busca implementar un formato híbrido, el cual al momento que tengan que ir de manera presencial, la forma de vestir será exactamente la misma que acostumbraban desde antes de la pandemia.
“Todos los corporativos están regresando, habrá variantes pero seguiremos trabajando en oficinas. La gente mantendrá ciertas apariencias para cuando haga Zoom en su casa, pero en lo general la línea marcará la ropa de oficina”, agregó el investigador y experto en tendencias, Gustavo Prado.
Fuente: eleconomista.mx