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La convivencia en tiempos de Coronavirus

Dada la situación que estamos atravesando como humanidad respecto al covid-19, en muchos países se ha implementado la cuarentena y el aislamiento preventivo en casa para que todos como ciudadanos podamos colaborar a no seguir siendo foco de contagio. Y nos quedamos en casa. Todos los días. Todo el día. Y tiembla la convivencia.

Se nos presenta un desafío no solamente como humanidad sino también dentro de nuestras propias casas al haber cambiado las rutinas por completo. Van apareciendo roces, peleas, diferencias, aburrimiento, estrés y un sinfín de posibles conflictos que para nada tienen que ver con el amor y el cariño que sentimos hacia nuestros seres queridos.

En la rutina que solíamos tener no solamente se salía a trabajar sino que también había deportes, vida social, recreación, caminar, actividades, etc., que ahora no están, ni tampoco los beneficios que recibíamos tanto físicos como emocionales de hacer y compartir esos espacios fuera de casa, entonces, por mucho amor que sienta hacia mi entorno, es necesario que me ocupe de esas necesidades a solas y en familia.

Y familia, en pleno siglo XXI, no es solamente mamá, papá y los hijos. Familia hoy en día puede ser con hijos, en pareja, con mascotas… y en la convivencia con otros o viviendo solo, también está la relación con uno mismo.

La convivencia en familia

Es muy importante tener en cuenta que a diferentes edades tenemos diferentes necesidades y formas de lidiar con lo que nos pasa ante la situación de aislamiento en casa. Es muy posible que los adolescentes, por ejemplo, (y no tan adolescentes también) sientan mayor necesidad del uso de dispositivos móviles para conectarse por redes sociales con sus amigos.

Los niños seguramente buscarán más la compañía dentro de casa para jugar y compartir y es también necesario que dentro de esos espacios en común, participe toda la familia. Para que esto sea posible de la mejor manera, la escucha es fundamental ¿Qué quiere cada uno? ¿Qué está necesitando?

Se pueden planificar reuniones entre todos para conversar no solamente de cómo organizarse dentro de la casa, sino para hablar de todas aquellas cosas que en otro momento “no había tiempo”.

También invitar a la reflexión de todo lo que está ocurriendo de manera que cada integrante de la familia pueda contar, con honestidad y confianza, cómo se siente, qué piensa, qué le gustaría que pase y lograr ser una red de contención en la unidad familiar.

Otro aspecto a destacar para la armonía en la convivencia con la familia es aprender a respetar el espacio personal e individual de los demás y el propio. Todos necesitamos a veces estar a solas, con nosotros mismos, haciendo lo que queremos y es necesario que dentro de la casa, cada uno pueda tener la posibilidad de estar a solas sin interrupciones.

La convivencia con mascotas

Así como los humanos tenemos necesidades, nuestras mascotas también tienen las suyas y es importante estar atentos a su comportamiento ya que, en muchos casos, no están acostumbrados a que esté toda la familia, todo el tiempo dentro de casa.

Los gatos generalmente tienen necesidad de su espacio personal a solas, por lo que si se esconde o está buscando estar en algún cuarto donde no haya nadie, es importante que le puedan respetar su espacio. Piensa que ahora se ven obligados a convivir todo el día con humanos.

Los perros, por otro lado, sentirán más el cambio al no salir a pasear como lo hacían antes. En mi caso, con mi perrito Morty hacíamos como mínimo 3 paseos diarios de al menos 30 minutos cada uno, recorríamos las calles, jugaba con los vecinos, siempre recibiendo mimos y cariño.

Ahora la situación es muy diferente. No hay casi nadie en la calle y solo salimos para que haga sus necesidades fuera del departamento. Y siente la diferencia, pide caminar más.

Para ayudarlos a los animalitos a liberar ese estrés o ansiedad, podemos compartir más momentos de juego dentro de casa. Despertar su curiosidad escondiendo premios dentro de algún juguete o por el contrario, esconder el juguete y premiarlo cuando lo encuentre.

Otra forma de compartir tiempo juntos es realizando algún entrenamiento ¿Qué necesita aprender o quisieras enseñarle? El tiempo en casa es ideal para estar atento a ese nuevo entrenamiento y fortalecer la nueva conducta.

La convivencia con los vecinos

Este tipo de convivencia es en especial en los que vivimos en departamentos, pero también es a tener en cuenta en casas, dúplex y PH. Tu hogar no está aislado del resto del mundo.

En redes hemos visto como en muchos países realizan actividades de recreación juntos, juegan al bingo, cantan, tocan instrumentos por los balcones y hasta anda circulando por internet una historia de amor de un chico que envía su número de teléfono con un dron a una vecina para conocerla y ¡Se enamoraron!

También ha habido otras interacciones entre vecinos no tan románticas o amigables pero en mi caso, prefiero hacer foco en aquellas personas que se brindan a los demás y aprender a convivir, a co-existir, que se ofrecen a hacerles compras a los ancianos y que comprenden que aún aislados, estamos juntos.

La convivencia conmigo misma

Y para lo último dejé la convivencia que creo que es la más importante y necesaria, que es la convivencia conmigo misma. No puedo hacerme cargo de mis relaciones, de mi entorno, de los pedidos, comunicar, etc., sin primero estar en conexión conmigo y con mis propias necesidades.

El equilibrio entre la vida compartida con otros y los momentos con uno mismo es un arte a desarrollar en el contexto de una cuarentena, ya que mucha gente está obligada a compartir espacios reducidos con otros, que por más que se los ame, es indispensable y saludable momentos con uno.

Y atentos de pensar que es momentos en soledad. No es en soledad. Son momentos con uno mismo. El tema es… ¿Cómo me llevo conmigo misma? ¿Qué me pasa cuando estoy conmigo? ¿Estoy conmigo o estoy en soledad?

Te regalo unos tips que facilita el sitio Prodavinci para el manejo del estrés y de la ansiedad:

  • Identificar los pensamientos que generan malestar.
  • Buscar pruebas de realidad y datos confiables. 
  • Dosificar el consumo de la información diaria.
  • Apagar el celular por un momento.
  • Mantener las rutinas o generar una nueva ajustada a la realidad.
  • Mantener contacto permanente con ese familiar por llamada, videollamada o mensajes de voz y texto.

Estamos llamados a convivir de manera obligatoria de una forma diferente a la que elegiríamos de tener la posibilidad. Esto no tiene nada que ver con lo que sentimos por nuestros seres queridos, tiene que ver con que estamos acostumbrados a tener un ritmo y estilo de vida diferente.

Sin embargo, la manera en la que elijo vivir esta cuarentena depende de mí… eso sí está bajo mi control y puedo elegirlo. El identificar qué me pasa, conversar conmigo, conversar con los demás, ser clara con lo que necesito y generar espacios diferentes para esta situación diferente, está en nuestras manos para lograr una convivencia armoniosa o un campo de guerra en casa.

Fuente: Axon Training Blog – BL Group AR



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