Con el objetivo de fortalecer el bloque regional y apuntalar su rol de liderazgo en Latinoamérica, Alberto Fernández avanza en la organización de la celebración por los 30 años de la firma del tratado del Mercosur, que se celebraría el 26 de marzo en Puerto Iguazú, donde buscará la primera foto con su par brasileño, Jair Bolsonaro.
A fines de enero, el gobierno nacional argentino recibió en la Residencia de Olivos al secretario de Asuntos Estratégicos de Brasil, Flavio Viana Rocha, enviado de Bolsonaro para acercar posiciones con el Argentina, luego de un año de convivencia regional accidentada, marcada por profundos desencuentros ideológicos.
La visita de Viana Rocha y su prolífica agenda de encuentros en el país fueron una muestra del deshielo en las relaciones de los presidentes de los principales socios del Mercosur, que el Gobierno viene impulsando a través del embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, y que en la Casa Rosada creen que se aceleró después de las elecciones en Estados Unidos, que marcaron el fin de la era de Donald Trump, sostén de Bolsonaro.
Los presidentes mantuvieron una primera comunicación el 30 de noviembre, a casi un año del desembarco del Frente de Todos en la Casa Rosada, pero debido a las restricciones de la pandemia, la charla fue por videollamada. La foto conjunta quedó pendiente.
A finales de enero, una vez vuelto a Brasil tras la visita de Viana Rocha, Scioli se reunió con Bolsonaro, quien le hizo saber su “predisposición para estar presente” en la celebración que tendrá lugar el 26 de marzo, cuando se cumplen 30 años de la firma del Tratado de Asunción.
Desde diciembre, Argentina está a cargo de la presidencia pro témpore del Mercosur y el aniversario daría una buena excusa para la primera foto conjunta Fernández-Bolsonaro. El Presidente encargó la encomienda al secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, que compartió con Viana Rocha la cena en Olivos.
Todavía no está definido si además de los representantes de los socios originales del Mercosur, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, estarán invitados otros países de la región.
Fernández busca consolidar su liderazgo en el nuevo contexto regional, donde se mueve cómodo, sin lidiar con los factores que mellan su liderazgo en Argentina: una economía en recesión, la pandemia y una interna política feroz.
Tras el notable triunfo de la apuesta argentina por la normalización institucional de Bolivia y el retorno del derrocado Movimiento Al Socialismo -espacio referenciado en el ex presidente Evo Morales-, el argentino fue el primer presidente latinoamericano en mantener una conversación con el entonces recién mandatario electo de los Estados Unidos, Joe Biden, mientras Bolsonaro digería la derrota trumpista y se acomodaba a los nuevos tiempos.
La conversación con Biden generó un fuerte cortocircuito entre el Presidente y el canciller Felipe Solá. Las relaciones entre ambos se reencauzaron en los últimos días pero el Presidente tiene una agenda internacional independiente de la Cancillería.
A mediados de noviembre, Fernández había organizado una visita sorpresiva a Uruguay, para compartir un almuerzo informal con su par Luis Lacalle Pou. El encuentro bilateral con el uruguayo fue el primero en la agenda presidencial tras el triunfo de Biden, que impulsó a Fernández a buscar aliados para avanzar en la agenda regional.
En enero, en la misma sintonía, eligió Chile para la primera visita de Estado luego del inicio de la pandemia. En el país trasandino Fernández insistió en público sobre la necesidad de que los países de Latinoamérica se mantengan unidos “más allá de las diferencias, para enfrentar los desafíos de un mundo complejo”.
Si hubiéramos estado juntos, estaríamos en mejores condiciones de negociar la compra de una vacuna contra el coronavirus”, dijo el Presidente, luego de verse con el presidente chileno Sebastián Piñera.
Al regresar a Argentina, el Presidente mantuvo una extensa conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, a quien le volvió a pedir ayuda en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacioal (FMI).
Este martes, sumó a la lista de entrevistados al Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, con quien habló sobre las vacunas, además de aceptar su invitación a Rusia.
Para el miércoles, tiene agendada una charla con el portugués Antonio Costa. En la Casa Rosada aseguran que el Presidente se siente “cómodo” y que cree que Argentina tiene, a diferencia de sus vecinos, estabilidad y orden institucional para mostrar que seducen a Europa, aún con los problemas económicos a cuestas.
Fuente: elagora.digital