Los índices de Wall Street no logran levantar cabeza, la inflación se mantiene por encima de la esperada por la Fed y el pico de precios de materias primas por la guerra en Ucrania generan el temor a la estanflación. Qué señal miran los inversores.
Estados Unidos entrará en recesión en 2023. Ese es el diagnóstico de los economistas David Folkerts-Landau y Peter Hooper, del Deutsche Bank, citado por Bloomberg. Los índices de Wall Street no logran levantar cabeza, la inflación se mantiene por encima de la esperada por la Fed y el pico de precios de materias primas por la guerra en Ucrania generan el temor a la estanflación. Una señal de recesión, genera temor en los inversores.
“Se espera que la economía de EE. UU. reciba un gran golpe por el endurecimiento adicional de la Fed a fines del próximo año y principios de 2024”, señalaron los expertos de la entidad financiera alemana, que prevén que el banco central de EE.UU. aumentará las tasas en 0,5 puntos porcentuales en sus próximas tres reuniones, y que para mediados de 2023 superará el 3,5 por ciento.
“Ya no vemos a la Fed logrando un aterrizaje suave. En cambio, anticipamos que un endurecimiento más agresivo de la política monetaria empujará a la economía a una recesión”, escribieron en el informe economistas de Deutsche Bank .
Los ojos de los inversores de todo el mundo se enfocan en un indicador que, en el 75% de los casos, supo prever una recesión en la economía de los Estados Unidos. En medio de un intento de la Reserva Federal por devolver a la inflación a su carril y los aumentos de precios de materias primas que genera la guerra, esa señal se vuelve más importante. Sin embargo, aunque significativo no se trata de un indicador infalible.
Las tasas de los bonos del Tesoro de los Estado Unidos pasaron a mostrar niveles más altos en el corto plazo que en el largo. Ese diferencial se vio a las claras al inicio de esta semana, cuando los bonos a 5 años de plazo mostraron rendimientos del 2,62% anual, mientras que los bonos a 10 años ofrecían un premio de 2,48% anual.
¿Por qué los inversores están dispuestos a recibir mayores premios por invertir a 5 años de plazo que a 10? según consignó Mill Capital Group, en líneas generales, los rendimientos más bajos en el largo plazo que en el mediano plazo suponen una expectativa de que las tasas de interés serán más bajas en el futuro más lejano que en el de más inmediata ocurrencia. Algo asociado con recesiones en las que las tasas de interés tienden a caer.
En segundo lugar, un rendimiento más alto en el corto plazo que en el largo suele indicar que se espera un riesgo mayor en el segundo de estos horizontes temporales. Pero dado el pequeño diferencial entre las puntas, no parece ser que los inversores estén temiendo problemas de crédito por parte del Tesoro de los Estados Unidos, el “riesgo cero” en los mercados globales.
Entonces, ¿qué es lo que creen ver los inversores? Con la inflación interanual de los Estados Unidos bien por encima del 7%, su mayor nivel en 40 años, la duda es si la Fed no llegó tarde a tratar de calmar la dinámica de precios.
Si la inflación no responde a los intentos de la autoridad monetaria por contenerla, el riesgo de que ésta deba sobreactuar con medidas más extremas para ponerla en caja es mayor. Una política monetaria más contractiva -con tasas más altas y menos liquidez- tiene el potencial de frenar a la economía.
Y todo eso sin agregar el problema que genera la disparada del petróleo y las materias primas, que suman mayor inestabilidad a los precios.
Desde 2006, años antes de la crisis suprime, que no se veía una “curva invertida” en los rendimientos de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos. Toda recesión estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial estuvo antecedida por una. Aunque no en todos los casos la inversión de la curva estuvo seguida de una caída en el producto.
Fuente: Ambito