Ciencia

No tires la piel del plátano: la ciencia explica por qué es útil

Si se seca y convierte en harina, la cáscara de esta fruta puede servir para elaborar dulces con una mayor cantidad de carbohidratos y proteínas.

El consumo de fruta trae innumerables beneficios para el organismo. De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, este tipo de alimento tiene un alto contenido en hidratos de carbono y proporcionan vitaminas de todo tipo (A, C, B1, B2, B6…), a la vez que minerales y fibras. También aportan una buena cantidad de agua.

Hay varias frutas de las que comemos su piel. Por ejemplo, las manzanas o las peras. A otras, como es el caso de la sandía, el kiwi, el plátano, las naranjas o el melón; les quitamos la piel y solo consumimos su interior. Sin embargo, la ciencia ha llegado para desmontar un mito y pedirte que no deseches la piel del plátano.

Según un estudio publicado en ACS Food Science & Technology, y recogido por Cadena Ser, la piel del plátano contiene una gran cantidad de minerales, nutrientes y fibra. Como ingerir la piel de esta fruta al natural quizás no sea lo más agradable, el estudio ofrece varias alternativas para introducirla en diferentes recetas.

Una de ellas se basa en incorporar la piel del plátano al pan casero. Si lo mezclamos en una proporción del 10% con harina de trigo, se consigue un pan con más proteínas, carbohidratos y grasas. Otra receta podría ser la elaboración de galletas o bizcochos. Para hacer estos dos dulces, primero es necesario secar la piel del plátano, molerla y convertirla en harina.

La fruta, el alimento más desperdiciado en verano en España

Uno de los objetivos de incluir la piel del plátano en algunas recetas es reducir el desperdicio alimentario, un hecho muy extendido en España. De acuerdo con un estudio elaborado por el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, la fruta es el alimento que más se desperdicia en nuestro país, alcanzando los 146 millones de toneladas de fruta desechada tan solo en el verano de 2022.

En general, son los productos frescos, los más perecederos, los que más rápidamente acaban en la basura. Uno de los trucos para evitar el desperdicio es, según la aplicación Too Good to Go, congelar la fruta y hacer con ella smoothies o helados durante la época estival. Esta técnica nos ayuda a aprovechar al máximo la fruta antes de que se estropee por el calor.

Fuente: diarioas.com

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