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Cambia la Iglesia Católica para siempre: el Papa Francisco reconoce una pérdida de credibilidad y marca el nuevo camino

El Sínodo de Obispos del mundo buscará mayor transparencia y “rendición de cuentas” ante escándalos sexuales y financieros.

El Sínodo, la asamblea de obispos del mundo, estudiará en su reunión de octubre próximo en el Vaticano “procedimientos eficaces” de “rendición de cuentas” ante escándalos sexuales o financieros, según reza el texto preparativo presentado este martes.

La Santa Sede ha publicado el “Instrumentum Laboris”, un documento sobre el que girarán los trabajos de la reunión del Sínodo de Obispos del próximo octubre y que surge de las orientaciones de los encuentros precedentes y de las iglesias locales del todo el mundo.

La reunión de Obispos del mundo que buscará unir a la Iglesia

El papa Francisco ha decidido que el Sínodo de Obispos sea en realidad un “proceso” de escucha desde 2021 centrado en la Sinodalidad, es decir, la unidad de la iglesia, y por esa razón cuenta por primera vez con laicos y mujeres con derecho a voto.

Este “camino” ha sido articulado en etapas desde 2021 y, tras la reunión del año pasado en Roma, llega ahora al segundo y último encuentro, este octubre, para después brindar unas conclusiones que serán presentadas presumiblemente durante el 2025, Año Santo.

La XVI asamblea de obispos, entre el 2 y el 27 de octubre, tendrá sobre la mesa del debate este nuevo “Istrumentum Laboris” que, en uno de sus numerosos puntos, reconoce la pérdida de credibilidad de la iglesia a raíz de los escándalos de los últimos años, planteando algunas soluciones.

En nuestro tiempo, la petición de transparencia y rendición de cuentas en la Iglesia y por parte de la Iglesia se ha impuesto por la pérdida de credibilidad debida a los escándalos financieros y, sobre todo, a los abusos sexuales y de otro tipo a menores y personas vulnerables“, se lee en el documento.

Y agrega: “La falta de transparencia y de formas de rendir cuentas alimenta el clericalismo, que se fundamenta en la creencia implícita de que los ministros ordenados no deben rendir cuentas a nadie en el ejercicio de la autoridad que les fue conferida”.

El Sínodo considera que la Iglesia necesita reparar este tema y el documento llama a “promover la confianza recíproca” para que vuelva a “caminar unida”.

Y, por ello, subraya que “la rendición de cuentas y la transparencia deben estar en el centro de su acción a todos los niveles”.

Estos mecanismos deberán adaptarse a “la variedad de contextos, a partir del cuadro normativo civil, de las expectativas de la sociedad y de la efectiva disponibilidad de competencias sobre el tema” en cada iglesia o institución católica del planeta.

Asimismo, considera “necesario” garantizar varias cuestiones, como “un informe anual” que ilustre, entre otras cosas, las iniciativas tomadas en materia de “safeguarding”, es decir, de protección de los menores y personas vulnerables, así como de acceso a las mujeres a posiciones de responsabilidad, otro punto clave del documento.

En materia de transparencia económica, el “Istrumentum Laboris” plantea la publicación de informes financieros anuales, en la medida posible certificados por revisores externos, y la implicación de los fieles en la planificación de las cuentas eclesiásticas. 

Fuente: EFE – Cronista

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