Sociedad

Fuerte acusación contra el periodista Pedro Brieger por presunto acoso sexual contra cinco mujeres

El periodista Alejandro Alfie publicó en la red social X una investigación contra Brieger con detalles del acoso a las supuestas víctimas. El acusado negó tajantemente que sean ciertas


Pedro Brieger es un periodista y sociólogo bastante conocido por sus frecuentes apariciones en televisión. En el portal web que lleva su bombre se presenta como Director de NODAL (Noticias de América Latina y el Caribe) y Profesor titular de “Sociología del Medio Oriente” en la UBA.

Hasta ahora las polémicas en las que se había visto envuelto entraban en el marco de cuestiones ideológicas, a raíz de sus posturas de izquierda y en defensa del kirchnerismo, que muchas lo llevaron a cruces mediáticos. También, a pesar de ser judío, recibió acusaciones de “antisemita” por sus opiniones sobre los conflictos en Medio Oriente y su críticas al accionar del Estado de Israel en los conflictos de la región.

Sin embargo, esta vez su nombre quedó envuelto en una acusación mucho más fuerte y repudiable, de confirmarse la veracidad de los hechos que se le atribuiyen. Una investigación del periodista Alejandro Alfie lo acusa de haber cometido una serfie de acosos sexuales contra distintas mujeres. Alfie es Licenciado en Ciencias de Comunicación, profesor adjunto y director GIC UBA. Magister de Periodismo UdeSA y trabaja en Clarín, Contacto Digital (Rivadavia), Ventana Abierta (Continental)

“Hay un periodista muuuy conocido que tiene cinco casos de acoso sexual, pero como las cuatro periodistas acosadas y una secretaria de una universidad donde era docente no hicieron denuncias judiciales, entonces nadie informa y sigue trabajando como si nada“, escribió Alfie en su cuenta de twitter el 19 de junio sin revelar todavía de quien se trataba. “Le pregunté a ese periodista muuuy conocido por los casos de acoso sexual que pude chequear con las periodistas acosadas o sus personas cercanas. Y me dijo que si difundo la información me va a hacer juicio a mí y a las personas que lo acusen. Pero yo igual lo voy a informar”, aclaró en un post siguiente.  

Después dio detalles de las supuestas víctimas: “Las cinco mujeres que acusan de acoso sexual al periodista muy conocido son casos de 1994 a 2019: una periodista que trabajó en Télam. Otra periodista que lo fue a entrevistar a su programa de radio. Su columnista de género. Una alumna suya en TEA. Y una secretaria de la UB“.

“La investigación sobre los casos de acoso sexual surgió luego de que yo publicara en Clarín en octubre del año pasado que un periodista especializado en temas internacionales le ganó un juicio laboral contra la TV Pública y Radio Nacional. Por ese juicio debían pagarle $224 millones como indemnización por 10 años de trabajo, según la Cámara del Trabajo, aunque los abogados de los medios públicos apelaron a la Corte para poder bajar esa cifra millonaria, que consideraban “exorbitante y desproporcionada”. En ese entonces una periodista que había trabajado en Télam me dijo que ese periodista que había ganado el juicio la “acosó en un viaje a Túnez”, cuando él fue enviado a cubrir el viaje de Cristina Kirchner por la TV Pública, lo que dio inicio a esta investigación periodística”, explicó Alfie. Y agregó: “No me especializo en estos temas, pero no podía hacer como si nada hubiera ocurrido. Años atrás me había enterado de un caso de acoso de ese periodista en la UB y creía que podía haber un patrón de conducta, con varios casos similares, pese a que no hubiera denuncia judicial”, publicó el periodista en su cuenta de X.

La palabra de Brieger

En los tuits siguientes, Alfie publicó la desmentida de Brieger y allí si dio nombre y apellido. “La respuesta de Pedro Brieger. Lo consulté por estos cinco casos, que lo acusan de acoso sexual. Negó todo: “Lo que planteás de ninguna manera ocurrió. Mi vida fue, es y será pública, soy periodista”, aseguró el periodista especializado en temas internacionales. Le conté cada uno de los casos y le pedí que no tomara contacto con las mujeres que lo acusan, para no revictimizarlas. Y me respondió: “Quedate tranquilo que yo no tengo contacto ninguno con las personas que mencionás y menos por cosas que no ocurrieron.”

Alfie también escribió en su cuenta de twitter que Brieger le advirtió que podria accionar judicialmente por esta acusación. “Entiendo que tengan que desviar la información hacia cualquier barbaridad para tapar la inseguridad y la economía del gobierno. Te adelanto que de persistir en la difamación, tendré que recurrir a un abogado para denunciar a tus fuentes, a vos y reclamarles me indemnicen los perjuicios que me generen por difundir acusaciones falsas de semejante gravedad”, continuó el periodista. Si de todas maneras te obligan a publicarla, hagan como quieran porque la verdad siempre se impone.”

Ante esto, Alfie aclaró: “Lo único que hago es difundir la información que conseguí en esta investigación. Después, que cada uno saque sus propias conclusiones”.

Primer caso: el presunto acoso a Agustina Kampfer

Escribe Alfie: “La periodista Agustina Kämpfer contó en el año 2010 que sufrió situaciones de acoso por parte de Pedro Brieger cuando estudiaba en TEA (Taller Escuela Agencia), en la sede porteña de Lavalle y Junín (ella estudió allí entre los años 2000 y 2002). Lo reveló en el programa de TV en el que en ese momento trabajaba como panelista. Lo dijo sin contar que se trataba de Brieger, pero lo dijo al aire en coincidencia con el premio Martín Fierro que le dieron a él, por su trabajo en el noticiero Visión 7, de la TV Pública. Dijo que a veces llegaba tarde a clase y solo le quedaba la opción de sentarse en la primera fila, ocasión en que el profesor le miraba “la entrepierna y los pechos” de manera insistente, cosa que naturalmente la ponía muy incómoda. También dijo que la había tomado del brazo en las instalaciones de la escuela de periodismo para decirle al oído cosas tales como “qué linda que estás”, o “qué bien que te queda lo que tenés puesto”. Una persona muy cercana a Kämpfer me dijo: “Imaginate en el año 2010, hace 14 años, ni por asomo el feminismo tenía lugar en los medios ni en la sociedad en general. Y agregó: “También es importante que te aclare esto: en esa época salió un artículo que enmarcaba el caso como abuso sexual, quizás por la propia falta de terminología de la época. Lo correcto sería hablar de acoso sexual, porque no fue abusada”. Además, añadió: “Esto a ella la angustió mucho y jamás quiso profundizar, sobre todo porque tanto los dichos completamente inapropiados, las actitudes como las miradas obscenas no tomaban relevancia en aquella época, por más daño emocional que pudieran causar”. Agustina Kämpfer, sin embargo, decidió no hacer ninguna denuncia judicial contra Brieger. Esa es una constante, que se verifica también en los otros cuatro casos que pude reconstruir.

Segundo caso: el presunto acoso a la periodista Cecilia Guardati 

Escribe Alfie: “La periodista Cecilia Guardati, por entonces periodista de Télam, en 2008 fue a cubrir a Túnez la gira de la presidenta Cristina Kirchner. “Nos avisaron de Presidencia que iba a hablar Cristina, después de la cena. Pedro Brieger me dijo que (él) no podía ir. Y me pidió que le pase el audio cuando volviera de ese encuentro. Como colega, yo no tenía ningún problema”, me dijo Guardati. “Al volver de la conferencia con Cristina Kirchner, recibo otro mensaje de Brieger, pidiéndome si podía llevarle el audio a su habitación y contarle qué había dicho Cristina en esa reunión. En este tipo de viajes, la habitación se transforma en una oficina, así que jamás me imaginé lo que iba a pasar después ahí”, continuó la periodista. Y agregó: “Al llegar a su habitación, veo que tenía la puerta entreabierta. Entonces, ingresé y me lo encuentro a Brieger desnudo, recostado sobre el respaldo de la cama, hablándome y tapándose con una sábana, masturbándose mientras me hablaba”. Y continuó Guardati: “Yo me fui inmediatamente y nunca más le volví a hablar. Imaginate que lo habían enviado a cubrir la gira de Cristina Kirchner, para la TV Pública, y él hacía esto”. Guardati destacó que posteriormente Brieger iba a participar de una charla en Télam, “pero su invitación fue cancelada” cuando sus colegas tomaron conocimiento de la situación que contó la periodista en su cobertura periodística en Túnez. ¿Por qué no hizo la denuncia judicial?, le pregunté. Y Guardati me dijo: “Cuando pasó esto no dije nada, hasta tiempo después, cuando comenté el caso con mis amigas, cuando surgía el tema del acoso, sin tomar conciencia que esto se podía denunciar”. Y agregó: “Más adelante, cuando lo denuncié en Télam, me comentaba mi entorno de colegas que era un periodista del poder, que tenía vínculos políticos, ¿para qué meterme en esa situación viviendo afuera?”, porque estaba en España. “Y diría que por miedo a que te cuestionen, que me iban aponer en foco y yo no quería ser foco de nada. Después lo hablé con una amiga abogada y me dijo que tenía que conseguir otros casos, para mostrar que había un patrón de comportamiento, que no era un solo caso, dijo Guardati. “ya que en la medida que hubiera varias denuncias, había un patrón de comportamiento para poder denunciarlo ante la Justicia”, concluyó la periodista su testimonio.

Tercer caso: el presunto acoso de la periodista

Escribe Alfie: “Otra periodista (conocida de Cecilia Guardati) que también acusó a Pedro Brieger. Y si bien ella misma me contó su historia, pidió mantener su anonimato para evitar exponerse nuevamente a una situación traumática. La voy a nombrar como si fuera María, al cambiarle su nombre real. “A mí me pasó algo bastante similar a Cecilia (Guardati), aunque un poco después, en 2010. Yo tenía 25 años, lo conocía, porque fui su alumna en las clases que daba de Sociología de Medio Oriente”, contó. Y agregó: “Él era bastante más grande que yo y era un referente en temas internacionales. Nosotros hablábamos, yo le pasaba cosas que me pedía y un día fui a hacerle una entrevista para un portal digital en el que trabajaba”. “Me citó en el centro cultural Caras y Caretas, donde hacía su programa de radio, en la AM750. Fuimos a un hall, lo entrevisté y después se masturbó ahí mismo, delante mío, mientras yo le pedía por favor que no lo hiciera”, continuó la periodista. “Había gente cerca, que podía pasar por ahí, pero no le importaba nada. Ya me había hecho previamente comentarios muy desubicados. Pero jamás pensé que se iba a masturbar ahí, mientras yo lo entrevistaba. Después de eso no volví a hablar con él”, dijo María. “Cuando lo comenté después, con otros colegas, quienes lo conocían y decían que tenía fama de ‘pajero’, pero no a este nivel, de masturbarse cuando una lo iba a entrevistar en una radio”, agregó. “Yo nunca dije nada públicamente, porque te da miedo que te ataquen, el tipo es bastante prestigioso… hay muchas cosas en juego para poder hablar. Pero no me gusta que el tipo se la lleve de arriba”, concluyó su testimonio la periodista, cuando la entrevisté. ¿Por qué no hizo la denuncia judicial? “Ni siquiera quería hablar del tema públicamente, menos judicialmente. Sé que es una persona que tiene prestigio en cierto sector y no tengo ganas de atravesar por ningún comentario agresivo, ni exposición por este tema”, dijo. “Ni siquiera lo hablé con mi familia. Por supuesto, me da mucha bronca. Además ¿sabés qué? la mayoría de los que lo rodean y trabajan con él, lo saben y no hicieron nada. Es temor y es no tener ganas de pasarla mal por este tipo”, concluyó su testimonio la periodista.

Cuarto caso: El presunto acoso a la columnista de género

Escribe Alfie en su cuenta de X: “Cuarto caso: la columnista de género de su programa en Radio 10, “Demoliendo Fronteras”, que tuvo que renunciar en 2019 a trabajar con Pedro Brieger. Hablé con una persona muy cercana a esa periodista. Y este es su testimonio. Ella tuvo situaciones de mucha incomodidad en el programa de Brieger. Imaginate que la columnista iba a hablar de género y feminismo, pero él la acosaba todo el tiempo, le decía ‘qué linda que sos’ y más cosas, le mandaba mensajes de Whatsapp totalmente desubicados …donde el límite estaba totalmente borroso. Al aire él era un conductor deconstruido, que la trataba con mucho respeto. Pero cuando el programa no estaba al aire era un personaje acosador, que todo el tiempo tenía actitudes fuera de lugar con su colega, pese… …pese a que ella no le daba pie para que él insistiera”, contó una persona muy cercana a la periodista. Y agregó: “Fue una situación tan difícil, de mucha tensión, que pese a que ella quería seguir trabajando ahí, porque era joven y estaba en un programa de radio.. pero a los seis meses tuvo que renunciar, por el lugar que él tenía en el medio, un lugar de poder, ya que era el conductor de su programa de radio”, agregó. Y destacó que, al principio, la periodista de Radio 10 “no entendía si era un problema suyo, para ponerle los límites a Brieger. Pero sintió que así no podía seguir trabajando y renunció”. “Después conoció situaciones similares y mucho más graves… y ahí pudo entender que le habían pasado situaciones de acoso en su ámbito laboral, aunque no fueron hechos tan concretos como en otros casos”, concluyó la persona muy cercana a esa periodista, en diálogo conmigo.

Quinto caso: el presunto acoso a una secretaria 

Uno de los casos de presunto acoso contra una secretaria Alfie lo describió con detalles. “Quinto caso: una secretaria acusó a Pedro Brieger cuando era profesor en la Universidad de Belgrano. ‘Tuvo que renunciar, entre 1994 y 1995, cuando acosó a una secretaria de la Carrera de Periodismo, dentro de la Facultad de Derecho’, me dijo una persona cercana a ella. Brieger llamó a la Universidad de Belgrano, preguntando por una de las autoridades de la Facultad. Y como no estaba, le dijo a la secretaria: ‘Estoy en casa, en short, ojotas, en un sillón muy cómodo y con mi (…) muy duro’. Y luego le dijo una serie de groserías. La secretaria le cortó la llamada, pero Brieger volvió a llamar varias veces durante ese mismo día, así que ella habló con el decano y el director de la carrera, quienes intervinieron, convocaron a Brieger y le dijeron que tenía que renunciar a su cargo docente.”  La persona muy cercana a la secretaria me dijo que “ella le contó a su círculo íntimo que tuvo mucho miedo en ese entonces, porque temía alguna represalia por parte de él, cosa que no ocurrió. Y agregó: “Pero su miedo le duró mucho tiempo, al punto de cambiar el recorrido para ir a la Facultad, porque fue la primera y única vez que le pasó algo así”, me dijo. ¿Por qué no hizo la denuncia judicial? Esa persona, muy cercana a la secretaria de la Universidad de Belgrano, me respondiö: “Ella no hizo la denuncia judicial porque con que se fuera de la UB fue suficiente, ni se le ocurrió, ni la asesoraron tampoco para que lo hicera”.

Fuente: Pronto.com.ar

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